Cultura nacional letona

Cultura nacional letona

El patrimonio cultural de Letonia muestra el impacto de diferentes culturas. Conózcalas más de cerca en esta sección.

Actos culturales locales letones

Conozca algunos de los 99 componentes culturales que integran el canon de la cultura letona

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Cultura nacional e influencias culturales en Letonia

Teniendo en cuenta la ubicación geográfica y los eventos históricos descritos anteriormente, el patrimonio cultural inmaterial de Letonia muestra el impacto de diferentes culturas. Se expresa, por ejemplo, en la zona fronteriza del país, donde existe, por ejemplo, un cambio de color y etnografía en los patrones y colores de guantes, mantas, calcetines.

El patrimonio cultural inmaterial también está influenciado por la religión. Por ejemplo, en mayo en Latgale, junto a las cruces al aire libre, hay Servicios de Mayo (“maija dziedǎjumi” en letón), canciones dedicadas a la Bendita Virgen María. Esta tradición se hereda de generación en generación. Durante la ocupación soviética, las cruces se rompieron, por lo cual no siempre estaban disponibles en todos los pueblos, en cuyo caso el canto tenía lugar en el cementerio.

Celebración nacional de canto y danza

La Celebración Nacional de la Canción y la Danza de Letonia (en adelante, la Celebración) se considera un componente importante de la cultura letona. El comienzo de este festival fue en 1873. Es una celebración del patrimonio Folclórico de Letonia con un objetivo subyacente: unir a la nación y fortalecer la identidad nacional. La celebración, que se lleva a cabo cada 5 años, reúne a decenas de miles de participantes de toda Letonia y del mundo. Esta reunión mundial de letones y expresión cultural única del Báltico está incluida en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.

Cientos de coros amateur, grupos de danza folclórica, así como músicos de orquesta, grupos folclóricos, grupos de teatro amateur, miembros de estudios de artes aplicadas y bellas artes, y otros artesanos involucrados en la defensa de las tradiciones étnicas, convergen en la capital, Riga, para tomar parte de la Celebración. Su propósito es resaltar los clásicos pertenecientes a las tradiciones corales y de danza folclórica de Letonia, así como mostrar nuevas obras de compositores y coreógrafos letones contemporáneos.

En el contexto de la Celebración, se debe tener en cuenta el régimen soviético descrito, en cuya época la tarea principal de la Celebración fue reconocer el florecimiento de la cultura nacional letona en la República Socialista Soviética de Letonia.

En cuanto a la música folclórica, cabe señalar que las habilidades asociadas a su manifestación se heredan principalmente de forma oral. Desde la segunda parte del siglo XX, la música folclórica también incluye la música y el canto de grupos folclóricos8. Los instrumentos más familiares de la música folclórica letona son el kokle (instrumento de cuerda pulsada) y el trideksnis (instrumento de percusión con mango corto de madera que se usa agitándolo).

La producción de cerámica o alfarería es común en dos regiones concretas de Letonia: Latgale y Kurzeme. Los creadores de cerámica letones fabrican dos tipos de platos de cerámica: negros y vidriados. La creación de cerámica vidriada comenzó alrededor de 1930.9 La cerámica negra o reducida también es común en Estonia y Lituania, pero se desarrolla con mayor asiduidad en la región de Latgale en Letonia. Las variaciones en la cerámica negra se basan en excavaciones arqueológicas, pero también se está desarrollando la creatividad actual.

Hoy se cree que la cerámica negra es más exigente porque no utiliza esmaltes industriales y tecnologías modernas: los únicos componentes son arcilla, horno y madera. La producción de este tipo de cerámica preserva y promueve habilidades culturales ancestrales, mientras que, en segundo lugar, su proceso de creación es amigable con el medio ambiente, lo cual es importante para gran parte de la sociedad letona en el siglo XXI.

Las tradiciones de alfarería de Latgale se heredan tanto en la familia como en el aprendizaje de los grandes maestros de la alfarería, también en varias escuelas especializadas, como, por ejemplo, la escuela de alfarería (“Pudniku skula” en letón) en el condado de Kraslava. Por lo general, los creadores de cerámica hacen candelabros, pájaros silbadores (silbato de arcilla en forma de animal o pájaro), platos, cuencos y tazas.

Comida letona

Históricamente, los letones son un pueblo de campesinos, por lo cual la comida nacional también se ha conformado en un entorno rural. Mediante el uso de ingredientes locales naturales se han producido varios platos específicos de Letonia y el Báltico a lo largo del tiempo. A mediados del siglo XIX, las granjas de Letonia eran naturales: la gente comía lo que había cultivado. Durante este período no había carne para comer todos los días, sino solo como comida de celebración.

El conocimiento de las recetas locales y la capacidad para elaborarlas también se consideran parte del patrimonio inmaterial. Durante el régimen autoritario de Ulmani, a las esposas más hábiles se las llamaba ama (“saimniece”, en letón), y se ganaban la vida ocupándose de diferentes honores familiares como preparando una mesa  navideña,  y  cocinando. La principal  escuela  para  el  hogar en  Letonia  era “Kaucminde” en la región de Zemgale. A día de hoy, estos graduados escolares se consideran un valor nacional importante. En esta escuela doméstica solo para mujeres se enseñaban habilidades como la artesanía, la cultura de la cocina y la mesa, la gestión de la jardinería, la ganadería y la agricultura. Kaucminde existió como una unidad soberana entre 1923 y 1943. Durante el régimen autoritario de Ulmani se promovió la exportación de mantequilla y tocino y se construyeron fábricas de azúcar, lo cual influyó en los hábitos culinarios, desarrollando, por ejemplo, la tradición de hornear las llamadas tortas rurales, preparadas utilizando materias primas rurales de la zona.

Durante la ocupación soviética, en el menú letón los rasols (ensalada de verduras con carne) fueron muy comunes. Hoy en día, sigue siendo un plato popular en Letonia, especialmente durante la Celebración. Teniendo en cuenta el extenso territorio de la Unión Soviética, en la cocina letona también se nota el impacto de repúblicas soviéticas lejanas, como por ejemplo Shashlik y Solyanka.

Hoy en día, el concepto de comida nacional se ha vuelto marginal debido a la globalización, pero todavía hay platos individuales que se consideran una parte importante del patrimonio gastronómico de Letonia. Por ejemplo, guisantes grises con tocino, sklandrauši (un pastel dulce, hecho de masa de centeno y relleno con pasta de papa y zanahoria), queso Jǎni (queso de leche agria con semillas de alcaravea), kvas (una bebida ligeramente alcohólica hecha de cereales mixtos fermentados) y pescado ahumado.